El concepto de gobierno corporativo ha evolucionado significativamente a lo largo de los años, pasando de un enfoque principalmente relacionado a aspectos financieros y de auditoría hacia un modelo integral que ahora incluye la planeación estratégica, gestión de riesgos y criterios ASG. Esta transformación responde a la necesidad de un control más estricto y una dirección efectiva que no solo beneficie a accionistas e inversionistas, sino también a todas las partes interesadas en la sostenibilidad de las organizaciones.
Orígenes
Hitos y sucesos clave
Desde sus raíces en los escritos de Adam Smith en el siglo XVIII hasta las modernas regulaciones y códigos de buenas prácticas, el gobierno corporativo asegura que las empresas operen ética y eficientemente, guiadas por principios fundamentales establecidos a lo largo de su evolución histórica.

Orígenes

El concepto de gobierno corporativo, derivado del latín “gubernare” (mandar, guiar) y “corpus” (cuerpo o comunidad), se ha transformado drásticamente desde sus inicios. Después de la Segunda Guerra Mundial, con el surgimiento de corporaciones internacionales, ganó popularidad globalmente, especialmente en Estados Unidos, donde las empresas adoptaron principios de transparencia y responsabilidad.
La primera vez que se habló del concepto fue en 1776, cuando Adam Smith introdujo los primeros principios de gobierno corporativo en su obra “Una investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones”, enfatizando la responsabilidad de la gestión y sentando las bases para futuras discusiones sobre la supervisión empresarial.
En México, el desarrollo del gobierno corporativo comenzó con la publicación del Código de Comercio en 1890 y la fundación de la Bolsa Mexicana de Valores en 1894. Sin embargo, fue la Ley del Mercado de Valores de 1975 la que marcó un hito crucial al establecer un marco regulatorio más robusto.

Hitos y sucesos clave

En la década de 1970, Estados Unidos enfrentó escándalos que llevaron a la modernización del gobierno corporativo a través de la Comisión de Valores y Bolsa, fortaleciendo la supervisión y regulación. A nivel internacional, el Informe Cadbury en el Reino Unido en 1992 introdujo el enfoque de “cumplir o explicar”, influyendo en la adopción de códigos de gobierno en todo el mundo.
El año 1998 fue de gran importancia con la consolidación del Código Unificado de Gobierno Corporativo en el Reino Unido, mientras que los Principios de Gobierno Corporativo de la OCDE en 1999 se convirtieron en un estándar global para reguladores, promoviendo prácticas éticas y eficientes.
La Ley Sarbanes-Oxley de 2002 en EE.UU. fue una respuesta directa a escándalos financieros, introduciendo reformas para proteger a accionistas y público de prácticas fraudulentas. En 2004, la OCDE actualizó sus Principios para fortalecer marcos legales e institucionales a nivel internacional, reflexionando sobre lecciones aprendidas de la crisis financiera de 2008.
Por último, el Informe King III de Sudáfrica en 2009 destacó la integración y sostenibilidad en el gobierno corporativo, mientras que la actualización de los Principios de la OCDE en 2015 continuó fortaleciendo la gobernanza en respuesta a desafíos económicos cambiantes.

Estos sucesos han delineado un marco moderno de gobierno corporativo que busca garantizar prácticas empresariales éticas y eficientes, además de adoptar de manera continua y proactiva a los desafíos económicos y regulatorios del entorno actual, promoviendo la sostenibilidad y el crecimiento responsable de las empresas a nivel global.
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